Cuando se busca el tapete para yoga perfecto, hay que tener en cuenta 5 factores, tamaño o forma, grosor, composición del que está fabricado el tapete, estética y precio. Si le dedicamos un poco de tiempo para pensar cuidadosamente y estudiar cada uno de estos factores, uno podrá realizar la elección perfecta y disfrutar de sus prácticas de yoga más.

Ahora vamos analizar cada uno de estos factores.

Tamaño y forma:

El tapete de yoga estándar es de forma rectangular, de aproximadamente 24 “por 68”. Para las personas de peso y estatura media. Sin embargo, esta clase de tapetes estándar no sirven para todo el mundo, si uno es un poco alto (digamos 1,90m o más) en este caso es posible que considere la obtención de un tapete extra largo, para darle más espacio y asi moverse mejor durante la práctica del yoga.

Espesor:

El propósito de un tapete de yoga es ofrecer una superficie antideslizante y amortiguar las rodillas, las caderas y otras partes que entran en contacto con el suelo. El espesor medio de un tapete de yoga ron el 1/8 “, tal vez un poco más. Este espesor mínimo está bien si usted no tiene ninguna sensibilidad en las rodillas o en sus caderas durante los giros de posición. Pero si una persona tiene algún tipo de lesión o molestia en las articulaciones, necesitara un tapete más grueso alrededor de 1/4 “de espesor.

Podemos encontrar tapetes para yoga de diversos materiales, desde la espuma a los rellenos de algodón con funda plástica a las mejores que podemos encontrar en el mercado las de hule o caucho, la diferencia de precios no es que sea muy significativa, pero en beneficios si, las de espuma si amortiguan los ejercicios pero no resultan muy seguras ya que pueden resbalar, las de algodón también son buenas para la práctica pero resultan muy pesada, en cambio las de hule son las que reúnen todos los beneficios que buscamos, proporcionan una superficie antideslizante, amortiguan las extremidades y la practica en el suelo y por ultimo son ligeras.