En ocasiones se requiere más que una señal de límite de velocidad para reducir la velocidad del tráfico. Muchos conductores piensan, que pueden ir a diez o quince kilómetros por hora sobre el límite, no va a pasar nada. Cuando se tiene esa forma de pensar se está poniendo en peligro la seguridad de peatones y otros conductores, sobre todo en las zonas escolares y de estacionamiento. Si se necesita para aumentar la seguridad de los peatones no hay nada mejor para instalar que los reductores de velocidad, estos son la solución perfecta.
Estos reductores de velocidad obligan a los conductores a circular a unos treinta o cuarenta kilómetros por hora. Supongamos que debe decidir cómo manejar un problema de exceso de velocidad en los carriles que circundan un gran centro comercial. Pues los topes de goma permiten que el tráfico se mueva a un ritmo razonable, así se previene que los conductores agresivos circulen a los límites establecidos. En las carreteras, un tope de goma ayuda a garantizar la seguridad tanto de los conductores como de los peatones que circulan por ella por ejemplo si colocamos topes de goma antes de una curva cerrada reducimos el riesgo de accidente. Debido a que se encuentran directamente en la trayectoria de un conductor, los topes de goma no se pueden evitar, pero es necesario advertir con una señal su presencia, ya que si se circula sobre ellos a una velocidad excesiva podremos provocar un accidente o el deterioro del vehículo.
Pero los badenes de goma hacen mucho más que proteger a los conductores. Usándolos en zonas residenciales, podemos mantener a los peatones y los niños seguros del peligro que supone un vehículo circulando a un exceso de velocidad.